Batalla de Paredon

El domingo 17 de Mayo de 1914, la Division del Norte realizo una de las mas grandes hazañas de su historia, en 30 minutos, 6,000 jinetes aplastaron a 5,000 soldados del Ejercito Federal, por medio de una epica carga de caballeria, quiza la mas impresionante en la historia de Mexico.

FUERZAS: Habia en el combate 5,000 tropas federales bajo el mando del General Ignacio Muñoz, comandante de la Division del Bravo; se componian de lo que ahora seria considerada una brigada movil autosuficiente, con caballeria, artilleria e infanteria, sus propios trenes y 10 cañones. Del lado revolucionario habia 8000 jinetes de la Division del Norte, bajo el mando del mismisimo General Villa, con un indeterminado numero de piezas de artilleria bajo el mando del General Felipe Angeles.

LUGAR: Paredon, Coahuila, sobre las lineas de ferrocarril de Saltillo a Piedras Negras, en el desierto al noroeste de Saltillo, (he buscado el lugar,. pero debe de haber cambiado de nombre, no lo encuentro)

COMBATE: Las tropas federales cubrian la retirada de las fuerzas que se concentraban en Saltillo, despues de haber evacuado Torreon, San Pedro, Monterrey, Laredo y otras guarniciones en el Norte, levantaban los rieles para inutilizar el ferrocarril y retrasar las tropas revolucionarias. La Division del Norte, estaba avanzando sobre la linea de ferrocarril despues de haber tomado Torreon, en persecucion de las tropas del General Velasco.

Las tropas federales habian preparado la defensa de Saltillo y Ramos Arizpe, quedaban cerca de 17,000 hombres, de los cuales los de Paredon eran la vanguardia, pero parece ser que nadie se tomo la molestia de avisarles; las tropas estaban en muy mala posicion, mal atrincheradas, y sin la artilleria emplazada.

Villa desstaco al General toribio Ortega con su brigada a Zertuche para cortarles la retirada, mientras el bajo sus 6000 hombres de los trenes y se aproximo por un corto desfiladero, al estar a corta distancia, ordeno montar y salir en estampída contra los federales, la Artilleria de Felipe Angeles se colocaria para apoyar la carga.

En esa mañana de domingo del 17 de mayo de 1914, el plan resulto mejor de lo que se penso, la Division del Norte realizo una carga relampagueante, las tropas federales fueron tomadas por sorpresa, algunos hombres alcanzaron la linea de tiradores, algunos cañones se situaron mas mal que bien en una loma, posiblemente habran realizado algunos disparos, muchos hombres no alcanzaron ni a coger su fusil, la carga alcanzo la linea y la desbordo, la caballeria se desparramo en la retaguardia, la Brigada Zaragoza penetro hasta el puesto de mando y los depositos de munciones, en esas condiciones los federales ya no podian enfrentar resitencia, las fuerzas se dispersaron, muchos intentaron huir, incluyendo los mandos, de hecho el General Ignacio Muñoz murio al intentar escapar, el desastre fue total, los que no murieron, se rindieron, o escaparon.

Cuando la Batalla se decidio, no habian pasado ni treinta minutos, la artilleria de Felipe Angeles no tuvo tiempo de ponerse en bateria para apoyar a los jinetes, para cuando se hizo la mescolanza de atacantes y defensores, ya no se podia disparar ni un tiro.

RESULTADO: Las tropas federales fueron totalmente destruidas, se capturaron 3,000 fusiles, toda la artilleria, los trenes y los suministros, de los dos mil hombres no contabilizados, casi ninguno alcanzo a reunirse a la guarnicion de Saltillo, la cual al haber perdido su vanguardia, abandono la ciudad tan rapido como pudo, en direccion a San Luis Potosi.

CONSECUENCIAS: La perdida de Paredon provoco el abandono de la frontera, todo el Norte quedo firmemente en manos de Carranza, podrian conseguir todo el armamento norteamericano que quisieran, sin que el gobierno de Huerta pudiera evitarlo, la gran cantidad de bajas fue una grave sangria para el Ejercito Federal, La Division del Bravo llego a S.L.P. muy debilitada, jamas volveria a ser una unidad de combate util, se tomaron draconianas medidas para aumentar el numero de soldados, Huerta busco comprar nuevas armas para reemplazar las perdidas.


Autor:  Sergio Antonio Tellez Morales