domingo, 24 de octubre de 2010

Recuerdos de la Revolucion

Antes de proceder a narrar un acontecimiento del Siglo pasado (XX), quiero hacer comentario de que la misma situacion que prevalece, en E. U. A., en la actualidad, es similar a la que padecía dicho País desde 1907 a 1910; fraudes electorales, fraudes financieros, pobreza extrema, alta e irreflenable corrupcion, gran venta de armas, contrabando y un alto deseo y necesidad de hacer creer a su pueblo que su sistema estaba bien y que era el vecino, uno de los que le causaban daño.
Mexico se encontraba rodeado de barcos yanquis. Los puertos mexicanos se encontraban semibloqueados por los barcos norteamericanos. El gobierno gringo presionaba con intencion de invadir.
Aclarado este punto, procedo a narrar lo siguiente:
El Gral. Santiago F. Rivero, se encontraba en Mazatlan Sin, en los tiempos en que el Gral Victoriano Huerta se hallaba en los ultimos días de su mandato. Zacatecas ya había caido en poder de Villa y la División de Occidente ocupaba Guadalajara.
El Presidente Huerta ordeno al Gral. Rivero que llevara a Acapulco todo el armamento que se encontrara en Guaymas y en Manzanillo ademas del suyo propio. Una vez reunido este, se embarco en el transporte “Jose Ives Limantour”. Su carga consistia en: 7, 580 rifles, cerca de un millon de cartuchos, cañones, con una enorme dotacion de granadas, asi como 100 ametralladoras (mas o menos) con su dotacion respectiva, pero en gran cantidad
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Estando a punto de desembarcar al personal y el armamento, en Acapulco, recibio la noticia de que Huerta había abandonado al pais. Por lo mismo, ordeno embarcar de nuevo y junto con su tropa salio con rumbo al sur, tenía el temor de caer en manos de los revolucionarios, ya no encontro tropas federales en el sur de la Republica.
Por mil y un razones y ayudado por una fuerte tempestad, fue a parar al Puerto de Acajutla que entonces tenía una población de no mas de 600 personas - San Salvador - en donde procedio a desembarcar a su gente y el cargamento que llevaba. Cerca del citado puerto, está Sonsonate, Ciudad en ese entonces con diez mil habitantes; la guarnicion salvadoreña ahí destacada, se alarmo al ver a las tropas mexicanas, las confundieron con tropas guatemaltecas, pais con el que tenían conflicto. Pidieron refuerzos, se prepararon para una lucha.
La embajada de E.U.A. en esa zona aprovecho la ocasion para crear un conflicto en toda Centroamérica en contra de los mexicanos y llevar agua a su molino, pronto se difundio la noticia de que era una expedicion de filibusteros.
El Gral Rivero en todo momento trato de ponerse en contacto con las autoridades salvadoreñas y cuando lo logro, era mas el miedo prevaleciente de Centroamérica hacia el que tratar de entender la situacion. Los espias y agentes de E.U.A. estaban trabajando muy bien. Al final del asunto, el General citado logro convencer a las autoridades de que lo unico que pretendía era poner a disposicion de las autoridades todo el arsenal, para que fuera entregado a las autoridades mexicanas que resultaran legales, cuando triunfara o perdiera la revolucion. Se entrego todo por inventario, la tropa tuvo permiso para transitar por todo el país con la condicion de que no anduvieran armados.
El pais vecino del norte estaba interesado en expropiar ese arsenal y en crear un conflicto en Centroamerica. Hicieron crecer la excitacion en la zona ya mencionada.
Guatemala arguia que peligraba su integridad, se movilizo para la guerra, decia que San Salvador había adquirido el armamento para atacarlo.
Hubo un gran intercambio de notas diplomáticas entre los tres países involucrados. Además, Nicaragua, Honduras y Costa Rica, tampoco veian con buenos ojos que el Salvador tuviera tantas armas. Todo mundo se puso en movimiento asi como en intercambio de notas diplomáticas exigiendo a Don Eulalio Gutierrez – que ya estaba instalado en la Cd. de México - a que recogiera el armamento, causa del revuelo; E.U.A., también metido en la gresca, movia sus hilos para convencer a todos de que las armas fueran depositadas en San Diego o en San Francisco o minimo fueran por ahí “de paso”, con el fin de confiscarlas con cualquier pretexto. Después, las volverían a vender, por supuesto que “sin el conocimiento del gobierno norteamericano”. El espionaje estaba en su apogeo.
Mientras tanto, en México se formo una comision integrada por. Lic. Manuel Padilla y por el Cor. Alfonso Gomez Morentin. Dicha comision fue ratificada por el Gral Roque Gonzalez Garza, cuando este substituyo a Don Eulalio. La citada comision tampoco pudo hacer algo, debido a lo convulsionado que estaba el pais.
Cuando Don Venustiano Carranza entro a la Capital, pudo designarse una comision presidida por el Lic. Luis Manuel Rojas, la que logro por fin, cumplir el cometido de traer las armas a Mexico.
Fue un armamento que se disputaban Villa y Zapata, puso en jaque a toda Centroamérica y motivo mas la ambición del país vecino del norte.

El presente escrito fue hecho por el Ing. Federico Juárez Andonaegui, agradezco personalmente la participacion de tan habil escritor.

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